PREFIERO TENER MAS PROYECTOS QUE RECUERDOS

Manuel España

Han pasado casi treinta años desde la formación de La Guardia del Cardenal Richelieu, el germen de La Guardia.

Treinta años ya… En música el tiempo pasa de otra forma, va todo muy seguido: promociones, discos… estás haciendo lo que te gusta y el tiempo pasa muy rápido.

¿Qué queda del Manuel España de esa época?

Básicamente soy la misma persona, con las mismas ilusiones, las mismas ganas de componer, de buscar la melodía y el sonido perfecto. Sigo siendo músico ante todo, no me he dedicado a otra cosa. Y eso sigue ahí, inalterable, aunque sea inevitable el paso del tiempo: una pata de gallo, una cana… (risas). Y seguimos saltando mucho en los escenarios. Incluso ahora saltamos más: somos menos tímidos, antes éramos más jóvenes pero teníamos más timidez.

¿Pesa la responsabilidad de estar de nuevo al frente de uno de los grupos míticos del pop español?

No lo piensas, pero siempre hay un listón. Siempre hemos sido muy respetuosos con la gente, intentando estar a la altura de lo que el público espera.

La Guardia se caracteriza por un sonido muy personal, es uno de esos grupos que reconoces en cuanto suena. ¿Por qué os fijasteis en esa música de raíz norteamericana?

Lo tomamos en un momento en que nadie estaba haciendo ese tipo de música. En esa época había tecno-pop, punk… Alguien que trabajaba en Zafiro nos regaló una colección de discos de música vaquera. Nos dejó alucinados y a partir de ese momento dimos un giro a nuestra música. Pero si hay que poner un nombre, el culpable es Ricky Scaggs. De él salió nuestro “Blues de la Nacional II”, que es una versión de una canción suya (“Highway 40 Blues”). A partir de ahí fuimos investigando y descubriendo muchas cosas interesantes: Johnny Cash, Roy Orbison, Tom Petty. Nos gusta mucho la música con guitarras acústicas, banjo, pedal steel, violines. Tal vez sea porque está tan lejos de nuestra cultura andaluza.

En esa época nacen en Andalucía grupos muy diferentes: 091, Danza Invisible, vosotros… ¿Qué tenía Andalucía esos años para ser un caldo de cultivo de bandas tan diferentes e influyentes?

Y aún lo sigue siendo. En Granada hay un buen puñado de bandas haciendo sonidos totalmente diferentes. Creo que es el sol de la ciudad, el clima, el ambiente universitario de gente que se junta para hacer música… como tú dices, es un caldo de cultivo muy interesante. Todavía hay bandas muy interesantes como Lori Meyers, Los Planetas, Lagartija Nick, Lapido, Guerrero García…

De niño te gustaban Los Brincos.

Mucho, y me siguen gustando.

Y afirmas que escuchar a Tequila te empujó a dedicarte a esto. ¿Tienes algún referente actual que te lleve a seguir un determinado camino?

Cuando tenía catorce años mis bandas eran Tequila y Burning. Yo quería ser exactamente igual que ellos. Ahora he podido colaborar con Ariel y Johnny de Burning, y he hecho realidad mi sueño de tocar con mis ídolos. Ahora me encanta Richard Hawley, una joya.

Desde hace unos años es habitual que bandas clave de los ochenta regresen a la carretera: Nacha Pop, Hombres G, Tequila o vosotros. ¿Sigue vigente ese sonido?

Por supuesto. Hubo un momento en que se dio carpetazo a la generación de los 80, estaba como demodé. Pero desde hace unos años la gente está volviendo a escuchar música de esa época y se han dado cuenta de que la música que se hacía entonces está bien. Incluso algunos de esa época nos convertimos en referentes para grupos nuevos. Está muy bien recuperar todo eso, pero sin dejar de mirar hacia delante. Yo no soy nostálgico, siempre miro hacia delante. Prefiero tener más proyectos que recuerdos, pero sin olvidar jamás las buenas canciones. “Que el tiempo no te cambie” o “Chica de ayer” son temas atemporales. Da igual de qué época sea, son canciones que no se deben olvidar.

A lo largo de los últimos años han colaborado con vosotros infinidad de artistas de procedencias muy diferentes: Jaime Urrutia, Mikel Erentxun, Chenoa…

Y Pignoise, también hemos hecho algo con ellos.

Los Delinqüentes…

Con ellos colaboramos para el disco “25 años no son nada”, en el que intentamos reunir a la gente que me gustase aunque no tuviese que ver con lo que hacemos. Pero al final todo casa. Raimundo Amador hizo una versión brutal de “La carretera”.

¿Cuál de estas colaboraciones recuerdas con más cariño?

Todas. Ya el hecho de que quieren tocar contigo es un honor. Pero me hizo especial ilusión tocar con Ariel Rot, que era un referente.

¿Y cuál sería esa colaboración ideal, aunque imposible?

La de Richard Hawley, es un sueño. Pero eso lo dejamos para el 30 aniversario (risas).

Actualmente estáis preparando un nuevo disco de colaboraciones.

Sí, pero no serán las canciones típicas de La Guardia. Estamos todavía en el laboratorio viendo cómo funciona, pero habrá gente muy importante como David Summers, La Musicalité o Seguridad Social.

Llevas años tocando incansablemente “Cuando brille el sol” o “Mil calles llevan hacia ti”. ¿Te cansa repetir las mismas canciones?

Tenemos un lema: “ensayar es de cobardes”. No ensayamos nunca, con lo cual no quemamos lo temas. Solo ensayamos cositas antes de los conciertos. No nos cansa, es un lujo.

Vamos, que no tocas los clásicos por obligación.

Te prometo que no. Para mí es un orgullo salir al escenario, que la gente cante la canción y se la sepa de la misma manera en Soria que en Granada o en Burgos. No hay que renegar de lo que le gusta a la gente, por eso nunca las quito del repertorio. Lo que sí nos gusta es tocarlas de una manera diferente, que no sea siempre lo mismo, vamos cambiando pequeñas cosa. Pero si las tocamos es porque nos gusta. Aunque haya cosas que hay que quitar porque no caben, tendríamos que estar tocando tres horas como Springsteen (risas).

Como has dicho, no queda nada para el treinta aniversario. ¿Hay algún plan a la vista?

Siempre estamos gestando algo. Nos gustaría hacer algo muy bonito, un dvd o algo parecido. Pero es una idea que tengo en la cabeza, no hemos desarrollado nada. Ahora mismo estamos inmersos en el disco nuevo. Pero te garantizo que haremos algo grande y especial.

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